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Para volar se necesitan alas

Alberto Montoya, 01 de Marzo del 2024

Autonomía progresiva

Una de las ideas que han estado en el corazón de Extiende tus Alas desde su nacimiento es el reconocimiento de que todos requerimos, en algún momento u otro, construir conocimientos, herramientas, habilidades y relaciones que nos permitan enfrentar la vida fuera del cobijo del sistema al que pertenecimos al crecer, ya sea la familia o en el caso de los jóvenes con los que trabajamos los centros de asistencia social que conocemos como casas hogar (CAS).

Esta idea nos ha llevado a mantener un constante proceso de reflexión que se ha traducido en un programa en permanente evolución y aún más importante, nos ha llevado a observar lo que han podido o no construir nuestros jóvenes en preparación para la vida adulta antes de que lleguen a nuestra puerta.

La realidad a la que nos enfrentamos es que las herramientas que les hemos ofrecido o permitido desarrollar a las niñas, niños y adolescentes (NNA) no siempre son suficientes, y que las oportunidades de cada uno para construirlas varían drásticamente dependiendo de cuándo, dónde y por cuánto tiempo están en dentro del sistema de protección.

Por ya algunos años en el sector del cuidado a NNA sin cuidados parentales se ha sabido que es importante ofrecer una atención que atienda a un principio de autonomía progresiva, lo que implica promover de forma constante, consistente y gradual capacidades que les permitan a los NNA conforme van creciendo realizar sus actividades, tomar decisiones y, esencialmente, vivir sin la necesidad de asistencia de otros.

Personalmente he tenido oportunidad de dialogar con jóvenes en diferentes contextos, algunos que han vivido diferentes formas de vulnerabilidad, otros que han tenido una historia de vida más privilegiada y el hecho es que la mayoría de los jóvenes han expresado incertidumbre sobre qué tan listos se sienten para afrontar la vida adulta.

Tengo la convicción de que es tarea de cada uno de nosotros dejar un mundo mejor para las generaciones que vienen y, por encima de ello, creo que tenemos el deber de garantizar que en sus vidas la línea de salida empiece más adelante que la nuestra para que su meta pueda llegar aún más lejos, podríamos decir que para la humanidad garantizar nuestro futuro es una carrera de relevos no solo un maratón.

Para mi es un placer poder ofrecerles a los jóvenes con los que trabajo no solo los servicios que conforman el programa Extiende tus Alas si no la experiencia y la perspectiva que mi historia me ha llevado a construir y espero que, como mínimo, lo poco o mucho que me permitan ser parte de sus vidas les de la opción de cometer nuevos y más interesantes errores que lo que ya cometí yo.

Me gustaría despedirme de cualquier lector invitándolos a que den una mirada en sus vidas y si hay alguna niña, niño, adolescente o joven que en cualquier medida los pueda considerar como un ejemplo o un modelo a seguir que sean conscientes de la responsabilidad y el regalo que eso implica; hagan lo que este en sus manos para que estén preparados para la realidad, pero por encima de eso impúlsenlos a soñar, a creer, a imaginar y que con estos actos se unan a nosotros en Comuntia para juntos seguir creciendo.